Tus ojos son las perlas preciosas en
una vitrina de cristal rosado
que tienen a mi corazón de rehén
y que pretenden ser mi ser amado.
Tus piernas, caminantes del deseo
encargados de seguir andando
haciéndome continuar y pensando
que no quiero el camino del seseo.
Mi corazón sigue soñandote
y querrá ser algún día tuyo y
querrá seguir siempre drenandote.
Y yo tu corazón querré arrancarte
porque no puedo vivir sin corazón
y quiero de tu amor poder drenarme.
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