lunes, 21 de marzo de 2016

¿Qué me seduce?

            Sin seducción nada importa. Quizás el título de este documento sea la pregunta más importante y más urgente a responder, más que preguntas como ¿qué quiero ser de mayor?, ¿qué espero de mi vida?, o ¿qué me apetece comer hoy? La seducción no es más que un conjunto de reacciones químicas que una persona despierta en nosotros. Pero decir simplemente eso sería quedarse muy en la superficie.
            Lo cierto es que yo diferencio dos tipos de seducción. De un lado una seducción muy primitiva. Esta seducción es esa en la que se encuentran la mayoría de los varones de todas las especies, supongo que debido a su capacidad reproductora continua que les mantiene en celo todos los días del año desde su pubertad. En ese aspecto soy prácticamente como los demás, tengo una lívido no muy alta, demasiado baja para mi edad, la verdad, pero aun así bastante decente como para sentirme seducido bastante a menudo.
            Por suerte, gracias a mí, encuentro un tipo de seducción que me hace único (tanto como a todos los demás que sienten este tipo de seducción) y que hace que el otro sea momentáneo, que éste sea duradero, y que si se juntan sea inmenso. Este tipo de seducción es una seducción de la mente, una seducción que me hace no dejar de pensar en una persona. No solo me da vueltas en la cabeza desnuda, sino que lo hace provocándome preguntas: ¿Qué pensará de esto?, ¿Le gustará más este sabor o el otro?, ¿Habrá leído este libro?, ¿Habrá escuchado esta canción?, ¿Le habrá gustado esta escena de la película tanto como a mí?, ¿Se habrá dado cuenta de aquél detalle?, y un largo etcétera. Este tipo de seducción es el que me hace vibrar, y el que me hace no perder el interés. La seducción mental es lo que nos diferencia de los animales, aunque el problema es que actualmente se ha aprendido bastante bien a obviar eso, a coger palabras vacías creadas por personas que de verdad sentían una seducción mental y física por otras personas, y a usarlas como si el simple hecho de emplearlas fuera suficiente para sentirlas. La gente usa palabras como amor, compasión, o respeto, sin realmente tener ni puta idea de qué significa, y no hablemos ya de frases como te quiero, que mayoritariamente hacen alusión a una necesidad firme y constante de posesión y no de unión.

            No importa que las personas quieran follar cuerpos, adelante, para eso estamos, por eso podemos, es genial, y muy saludable (siempre que se haga de forma higiénica y con las precauciones adecuadas), pero no seamos falsos, follen cuerpos, pero vayan de follar cuerpos, no follen cuerpos pretendiendo hacer ver que follan mentes, porque ese juego empieza mucho antes del precalentamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario